Verano del '27 - Luis Sansoni en Hucal (entrevista: 21-9-1998) from Ana Miravalles on Vimeo.
En esta entrevista grabada en septiembre de 1998, Luis Sansoni (Poia, 1904 - Mendoza, 2000) cuenta:
Vuelvo a Bahía
Blanca, voy de Pedro Cabré, me mandó a empezar una casa como capataz, levanto
la casa más o menos al primer piso, como capataz. Un día me llama, me dice:
- Venga al escritorio tenemos que conversar.
¿Qué será? Le pasara algo a don Pedro? Voy allá.
Vea, me dice, tengo un problema que vos podes resolvérmelo: la cuñada
del presidente de la república, Marcelo T. de Alvear (que era presidente en
aquel entonces, que le falleció un año antes el hermano), se quedo viuda con las
dos chicas, la Elvira y la Dora; tenían una estancia de 22mil hectáreas ahí en
Hucal. En pocas palabras, esta señora quería modificar, reformar el casco de la
estancia, más hacer una iglesia en memoria de su marido. Entones me dice:
- Vea,
usted es el único que puede ir allá, hacerse cargo de todas estas reparaciones,
tiene un buen sueldo, le fabricamos uno muy bueno, la comida no le va a costar ni un centavo y
está allá cinco o seis meses, o siete, no sé. Hay que modificar, en cada
dormitorio agregar le un baño particular por cada dormitorio, hacer el salón,
todo el detalle, mas la iglesia y la única
comunicación que tenemos, (porque es un desierto eso, un desierto era, es un
desierto hoy, mirá entonces), es la comunicación
semanal con un tren.
Me engatusó tanto
que acepte, así que la obra que estaba de capataz tuve que dejarla y me fui con
el camión, con el tren, y él también, a presentarme al mayordomo, era un alemán
se llamaba Hans.
Bueno, toda la
cosa salió bien, y cuando terminé todo, todo terminado, llega el día que viene
un tren especial, llega esta familia, las chicas también, un montón de servidumbre, siete, ocho había,
(Pedro Cabré) me llama dice:
- Señora, aquí está el señor Sansoni que va a estar a
las órdenes suya todo el tiempo que va a estar acá porque cualquier problema
que surja él se lo va a solucionar.
Bueno, yo tuve un mes de vacaciones en la
pampa, pero en la cárcel, porque imaginate, en La Pampa, no hacer nada, ¿qué
hacía todo el día? Y a las chicas no las llaman “señorita”, “niñas”, “niñas”
hay que llamarlas. La niña Elvira muy pocas palabras pasé en todo el mes que
estaba ahí, muchas veces Buen dia, buenas noches. Pero la Dora era más
simpática, así que la Dora muchas veces andaba por ahí, me llamaba a mí, que charláramos.
Ya para ese entonces el castellano lo
manejabas bastante bien,¿no?
¿Yo? Llegó un
momento que decía que no había nacido en Bahía Blanca y no me creían. Ahora después
que fui unos cuantos viajes a Italia, ahora cuando viaje a Italia ya bastaredee
todo, ya no sé mas qué hablo, no sé si
hablo castellano, italiano … o húngaro.
Capilla Hucal (Foto: Horacio Pagella)