miércoles, 17 de abril de 2013

Secretos de familia - Segreti di famiglia


Abril de 1942
Un obstáculo para el olvido
Isabel y Tincho

He aquí la mujer de la foto, la madre de Carlos Norman Ferrari

En el acta de nacimiento de su hijo solo figura el nombre del padre, Pablo Ferrari, pero no el de ella. (1927)
Una carta escrita por ella en junio de 1929 apareció entre los papeles personales de quien crió al niño, Isabel Ferrari, la hermana de Pablo y así sabemos que Filomena iba a ver a su hijo con una cierta regularidad:


Sin embargo, según parece, muy pronto se perdió el contacto.
De ese tema no se podía hablar: Pablo y sus hermanas vedaron cualquier intento por revelar este secreto, a nadie.
Fue Isabel la que guardó una foto de Filomena y escribió en ella: un obstáculo para el olvido.

Carlos Norman Ferrari murió en 1988 sin haber conocido a su madre.

El nombre, Filomena Mammeo, se lo dijo una vez Isabel a la esposa de Carlos, y ella lo escribió con lápiz en la cara posterior de un armario de madera.

¿Qué fue de la vida de Filomena Mammeo, de Tres Arroyos?

¿Habrá sido este un secreto guardado también por ella? Quizás nadie supo de la existencia de este hijo.
Los tiempos han cambiado. Todos estos prejuicios y convenciones, todas esas actitudes basadas en  los conceptos de honor y verguenza costaron tanto tanto sufrimiento.
Ahora, hay una familia que desea tener noticias de ella, y de sus hijos.


martes, 2 de abril de 2013

Isabel Ferrari, y el obstáculo para el olvido


Esta imagen es de Isabel Ferrari:

- la que hizo llamar siempre a su hijo con el apellido de su marido a pesar de que el chico era también Ferrari,

- la mujer que escribió  "Un obstáculo para el olvido" en la foto de la madre biológica de su hijo Tincho,

- la que nunca, hasta que fue muy muy anciana (y después de la muerte de Tincho), habló con nadie de "ese tema".

Isabel había nacido en Tandil el 22-11-1896, pero al año siguiente sus padres Giuseppe Ferrari y Maria Pasi, junto a sus otros cinco hijos nacidos en Tandil (Américo, Carlo Raimondo, Juana, Teresa, y Guerino) volvieron a Italia, al Trentino donde según cuentan, la familia tuvo un hotel, llamado Argentina. Pero seis años después, María quedó viuda en 1903, se volvió a Bahía Blanca con todos sus hijos (los seis ya nombrados, más los dos que nacieron luego en Italia: Paolo, y Valeria), y en Ingeniero White se casó en segundas nupcias con Cirillo Campestrín.

Pocos años después, también se casó Isabel, en 1914 con Agustín Assibat, un joven oficial de Prefectura que trabajaba en el resguardo de Aduana de Ing. White:


Pero al cabo de dos años, Isabel y su marido Assibat se mudaron a Buenos Aires.
Los años pasaron, niños no llegaron y entonces, en 1927 ocurrió algo que no estaba en ningún plan, y de lo que obstinadamente se empeñaron en  no hablar: el hermano de Isabel, Pablo Ferrari, soltero, tuvo un hijo "natural", Carlos Norman Ferrari. No sabemos los motivos, pero cincuenta días después del nacimiento, el niño fue entregado a Isabel y a su esposo, quienes se hicieron cargo de él y lo criaron como si hubiera sido su propio hijo:

Isabel Ferrari y Carlos Norman Ferrari.

En el acta de nacimiento de Carlos solo figura el nombre del padre, pero sabemos gracias a una carta, que la madre se llamaba Filomena y que siendo Carlos Norman  bebé, ella lo visitó varias veces en casa de Isabel. Sin embargo, por lo que parece, ya a los tres años el contacto se perdió. Y de hecho Carlos Norman  tuvo que enterarse el día que entró en primer grado el primer día de clase, que  su verdadero apellido no era Assibat, sino Ferrari, que sus "padres" eran en verdad sus tíos. No sabemos si ese día supo también que su tío era en realidad su padre biológico.

Sí sabemos que Isabel nunca lo dejaba solo a Carlos (Tincho, le decían), ni por un minuto, porque tenía miedo de que la madre se lo quitara. Y cuando Carlos terminó la escuela primaria, sus tías de Bahía Blanca, Valeria y Rosa, (y Pablo que vivía con ellas) quisieron traérselo a Bahía pero cuenta su viuda que Carlos lloró muchísimo y que su otro tío Américo  el que vivía en Mar del Plata, fue el que dijo: "Isabel, no lo dejes ir, porque lo vas a perder para siempre". Isabel logró resistir la presión de sus hermanas y así Carlos pudo permanecer en Buenos Aires junto a Isabel y a Assibat, a quien, según parece, quería muchísimo.

De ese tema, en esa familia, jamás se habló. El silencio sobre el origen y la familia materna de Carlos quedó terminante sancionado y ninguna referencia pudo volver a hacer sobre ese tema. De hecho, en el obituario de la madre de Isabel, Maria Pasi,, en junio de 1942, Tincho aparece nombrado como Norman Carlos Assibat. Sabemos que Isabel fue una madre exigente, rigurosa y posesiva y sin embargo, en secreto, en 1942, un día estampa su firma en una fotografía de la madre de su hijo, y escribe "Un obstáculo para el olvido". 

Después del fallecimiento de su esposo y del traslado por trabajo de Carlos a Bahía Blanca, también ella vino a vivir a la ciudad y hasta el día que falleció Carlos, en 1982 Isabel vivió con su hijo y con su nuera. Al día siguiente, su hermana Valeria la llevó a Isabel a su casa, se llevó todo su dinero y sus pertenencias, se hizo nombrar apoderada para cobrar la pensión de su hermana, y poco después comenzó el itinerario de Isabel por varios geriátricos, hasta su muerte, en 1989.

Una vez, siendo ya muy viejita, Isabel le dijo a su nuera el nombre y apellido de la madre biológica de Carlos. Ella lo anotó con un lápiz en la tabla posterior de un ropero de madera, para no olvidarlo: Filomena Mammeo.

Luego, la foto de la mamá de Tincho apareció entre las cosas de Isabel.

Esa foto nunca antes se la había mostrado a nadie.