sábado, 15 de enero de 2011

Emilia Pallaoro en la Cruz Roja durante la segunda guerra


7 de enero de 1943: en la costa de Libia, en el Mar Mediterraneo, el barco hospital Virgilio - todo pintado de blanco, con sus enormes cruces rojas, las luces encendidas durante la noche, y tripulado sólo por enfermeras voluntarias de la Cruz Roja- acaba de partir de Trípoli para llevar a Italia una gran cantidad de heridos de guerra. No se ha alejado mucho cuando choca contra una mina inglesa que inmediatamente estalla, provocando graves daños. Todos los heridos tienen que ser trasbordados a otra nave, en muy pocas horas, antes de que el fuego avance y el barco se hunda: de esa penosa y delicada tarea se encargan ellas, las enfermeras voluntarias de la Cruz Roja, las crocerossinas. Y entre ellas está Emilia Pallaoro nacida en Marter di Roncegno, en 1909.



Un legajo se revisa rápido, los nombres de los hospitales se enumeran uno tras otro, así como las fechas. Sin embargo, apenas uno se detiene a mirar con atención, puede llegar a estremecerse al pensar en qué lugares y en qué momentos estuvo Emilia trabajando como enfermera voluntaria de la Cruz Roja:

al hospital Calambrone de Livorno -donde ella permanece entre octubre de 1941 y el 10 de diciembre de 1942- llegan los heridos de los varios frentes en que Italia está comprometida, tanto en el sur de Francia, como en Albania y Grecia y en su colonia estrella, Libia, en el norte de Africa; y también las víctimas de los bombardeos que comienzan a destruir las ciudades del norte de Italia.

ese día, el 10 de diciembre Emilia parte hacia Trípoli en la nave-hospital Virgilio que ya había sido atacada varias veces por los aviones ingleses, y en la que sufre el choque con la mina, cuando regresaban, cargados de heridos hacia Italia;

llega a mitad de enero del 43 y la envían al hospital Mirano, de Venecia; pocos días después de la firma del armisticio del 8 de septiembre del 43, cuando cae el regimen fascista, Italia declara la guerra a Alemania, los nazis invaden inmediatamente el norte de Italia, más de 600.000 soldados italianos son deportados a Alemania, y se instala Mussolini en su Republica de Saló, y los partisanos jaquean constantemente a los nazifascistas, en medio de todo eso, Emilia pasa del hospital Mirano de Venecia al Hospital Germánico de Verona;

desde enero del 44,  mientras los aliados avanzan trabajosamente desde el sur ella está en el  Feldlazarett de Florencia; y cuando, en el mes de junio, los aliados llegan a Roma y se enfrentan con los alemanes a lo largo de la línea gótica, Emilia presta servicios en el Feldlazarett de Verona, hasta el 26 abril de 1945, un día después que los aliados liberan Milán, Turín y terminan con la republica de Saló. (y con Mussolini, fusilado dos días después);

diez días más tarde, Emilia ya está en Bolzano en el Centro Assistenza Rimpatriati, para asistir a los miles de soldados prisioneros, dispersos, que empezaban a volver a Italia; allí permanece hasta noviembre de 1945. Luego, y hasta mediados del 46 está en un centro de asistencia de la cruz roja de Merano.

Un año despues ella vuelve a Bolzano, ahí conoce a Virginio Zamboni, de Tione y en 1948 llega a la Argentina a encontrarse con uno de sus hermanos que había venido varios años antes a Cipoletti. Tuvieron dos hijos, vivieron en San Martín de los Andes, Junín de los Andes hasta que en los años sesenta se radicaron definitivamente en Bahía Blanca.

Qué vió, qué escuchó, qué sintió ella mientras acompañaba a tantos hombres heridos, maltrechos y destruidos por la guerra es algo de lo que ella nunca quiso hablar.

Emilia no volvió a trabajar como enfermera. Pero conservó siempre ese ojo preciso que le permitió, por ejemplo, reconocer qué enfermedad tenía un nene en Junín de los Andes, y mandarlo con el médico que pudo curarlo; y esa fuerza que es la que tienen las personas que salvan al mundo y lo sostienen.



Emilia Pallaoro, crocerossina durante la seconda guerra

7 gennaio 1943: vicino alla costa libica sul Mediterraneo, la nave ospedale Virgilio -tutta dipinta di bianco con enormi croci rosse, le luci accese durante la notte, e le infermiere volontarie come tripulazione- è appena partita da Tripoli per portare in Italia una grande quantità di feriti di guerra. Subito, la nave urta contro una mina che scoppia e provoca gravi danni. Tutti i feriti devono essere trasferiti in un altra nave, in poche ore: di quel penoso dovere si occupano loro, le infermiere volontarie, le crocerossine. E tra loro c'è Emilia Pallaoro, nata a Marter di Roncegno, nel 1909.


Un fascicolo si legge presto, i nomi degli ospedali si elencano uno dopo l'altro, e anche le date. Comunque, non appena uno si sofferma a guardare con un po di attenzione, ti possono venire dei brividi pensando in quali posti e in quali momenti lavorò Emilia come volontaria della Croce Rossa.


all'ospedale en el hospital Calambrone a Livorno -dove lei presto servizio tra ottobre di 1941 e il 10 dicembre 1942- arrivano i feriti dai vari fronti, sia dal sud della Francia come dall'Albania e la Grecia oppure dalla Libia; e anche le vittime dei bombardamenti sulle città del nord d'Italia;

quel giorno, il 10 dicembre Emilia parte sulla nave ospedale Virgilio verso Tripoli, e proprio quando tornano, carichi di feriti, la nave viene danneggiata dalla mina, nel gennaio del 43;

giunta in Italia va presso l'ospedale Mirano, de Venecia; e pochi giorni dopo la firma dell'armistizio dell'8 settembre 43, quando cade il regime fascista, Italia dichiara la guerra alla Germania, i nazisti invadono immediatamente il nord d'Italia, piu di 600000 soldati italiani sono deportati e Mussolini istaura la sua repubblica di Salo, e i partigiani lottano contro i nazifascisti; in mezzo a tutto questo, Emilia passa all'Ospedale Germanico di Verona;


dal gennaio del 44, mentre gli alleati avanzano dal sud lei si trova presso il Feldlazarett di Firenze, e quando nel mese di giugno, gli alleati arrivano a Roma e lottano contro i tedeschi lungo la linea gotica Emilia serve nel Feldlazarett di Verona, fino al 26 abril de 1945, un giorno dopo che gli alletati liberano Milano, Torino e fanno cadere la repubblica di Salo;

dieci giorni dopo, Emilia è a Bolzano, nel Centro Assistenza Rimpatriati, per dare assitenza ai soldati prigionieri che rientrano in Italia fino a novembre del 1945. Poi fino alla meta del 46 si trova al centro assitenza della Croce Rossa a Merano.

Nel 1946 torna a lavorare come infermiera al suo ospedale a Bolzano, conosce Virginio Zamboni, di Tione, si sposa e nel 1948 viene in Argentina per trovare uno dei suoi fratelli maggiorin che stava da molti anni a Cipoletti. Ebbero due figli, vissero a Cipoletti, San Martín de los Andes e Junín de los Andes e poi negli anni sessanta si stabilirono definitivamente a Bahía Blanca.

Lei non ha mai voluto parlare di quello che aveva visto, ascoltato, sentido mentre accompagnava tanti uomini feriti, distrutti. Lei è stata capace di conservare quell'occhi preciso che le permise ancora di salvare qualche vita e quella forza che hanno le persone che salvano il mondo e lo sostengono.

3 comentarios:

José María Pallaoro dijo...

Me gustaría saber más de la vida de Emilia, padres, hermanos, lugar de nacimiento, etc.

Ana Miravalles dijo...

Hola José María,
cómo no! vamos a buscar más datos en el archivo, y tal vez la hija de Emilia nos pueda ayudar a completar esos datos que te interesan.
Gracias por tu visita
Saludos

Ana Miravalles dijo...

Una parte de la respuesta está en el post anterior, http://trentinosenbahiablanca.blogspot.com.ar/2011/01/emilia-pallaoro-los-5-anos-con-los.html,
De todos modos, por ahi es una buena oportunidad para retomar esta historia.