Emma Battaia llegó a Bahía Blanca en enero de 1927, a los veinte años.
Mientras trabajaba, cantaba Va pensiero, La Pulpera de Santa Lucía, y la Serenata Rimpianto de Toselli.
En esos años era música que conocían y cantaban todos, precisamente en los años en que empezaba a haber gramófonos y sobre todo a partir de 1922, aparatos de radio, en sus casas, allá, en esos pueblos de montaña, en el norte de Italia. Según parece Luigi Battaia, el padre de Emma, fue uno de los primeros en poseer un aparato de radio en Poia.
En esos años era música que conocían y cantaban todos, precisamente en los años en que empezaba a haber gramófonos y sobre todo a partir de 1922, aparatos de radio, en sus casas, allá, en esos pueblos de montaña, en el norte de Italia. Según parece Luigi Battaia, el padre de Emma, fue uno de los primeros en poseer un aparato de radio en Poia.
Olvidado él, pero no su Serenata.
Esto también trae Emma y quienes llegan en esos años: esa música de moda, esas historias de amor escandalosas, y ese italiano pretensiosamente poético y refinado de la letra de la Serenata:
Come un sogno d'or
scolpito è nel core
Il ricordo ancor' di quell'amor
che non esiste più
Fu la sua vision
qual dolce sorriso
che più lieta fa,
col suo brillar, la nostra gioventù
Ma fu molto breve in me
la dolcezza di quel ben svani
quel bel sogno d'or
lasciando in me il dolor.
Cupo è l'avvenir sempre più tristi
i di la gioventù passata
sarà rimpianto
mi resta sol
sì rimpianto amaro e duol' nel cor!
Oh raggio di sole
Sul mio cammino ahimè non brilli più
Mai più, mai più
Como un sueño de oro
está grabado en el corazón
el recuerdo de aquel amor
que ya no existe más
Esa visión fue
como una dulce sonrisa
que hace más feliz
con su brillo nuestra juventud
Pero fue muy breve en mí
la dulzura de esa felicidad, desapareció
ese hermoso sueño de oro
dejando en mí el dolor.
Oscuro es el futuro, siempre más tristes
los días, la juventud pasada lamento,
solo me queda tanto
lamento amargo y dolor en el corazón
Oh rayo de sol
en mi camino ya no brillas más
nunca más, nunca más.