domingo, 25 de noviembre de 2012

Rosa Segatta


Carmen Blok, hija de Rosa Segatta

Tal vez los trentinos en Bahia Blanca fueron mas de los que pensabamos. Solo que hasta ahora nunca los habíamos reunido a todos. (una reunión virtual, pero eficaz, espero, una reunión que lleva cien? sesenta años? de retraso).

De pura casualidad llegué a saber que Carmen Blok, enfermera jubilada del Hospital Ferroviario de Bahía Blanca es hija de Rosa Segatta ,y nieta de Francesco Segatta, provenientes ambos de Sopramonte.
¿Cómo es que no los conocíamos? ¿Cómo es que nunca nadie los había nombrado entre sus familiares
 o compaesani? Fue ella, Carmen Blok quien me contó la historia de su abuelo, Francesco Segatta, y la de su madre, Rosa Segatta (Sopramonte 5-7-1902  Bahía Blanca 18-7-1976).

Acá en esta foto de pasaporte, Rosa Segatta tiene 25 años, y está a punto de partir hacia la Argentina, donde la espera su padre, Francesco:



Se suponía que la que tenía que venir era la hermana mayor de Rosa, Anna con su pequeño hijo Alfonso, ya que acá en Bahía Blanca estaba esperándola no solamente su padre, Francesco (que había llegado a la Argentina antes de 1909) sino también su marido, Enrico Belli, quien había venido a mediados de los años 20 y vivía junto a su suegro -señalero en el ferrocarril-, en una de esas casas que la empresa ferroviaria daba a sus empleados, una "colonia ferroviaria", en Ing. White.

Nunca vamos a poder saber por qué la mujer de Enrico y el nene se quedaron en Sopramonte, y por qué en cambio fue Rosa la que vino. Según cuenta Carmen, mi tía le dice a mi mamá: "Andá vos, primero; si me voy yo, a vos no te van a mandar a buscar nunca. A mí, en cambio, no me van a dejar sola acá con el nene".

Rosa llegó a Bahía, vivió un tiempo con su padre y su cuñado en el Barrio Saladero, en Ingeniero White; su cuñado un buen día se fue, y desapareció para siempre; y - dice Carmen, que le contaba su madre- Francesco tomaba, se emborrachaba, se ponía violento y a veces hasta le pegaba, y ella leía novelas, en castellano, para evadirse, y consolarse un poco; pero parece que un día, ella lloró tanto que su padre la echó de la casa.

Al lado de su casa vivía Antonio Blok, compañero de trabajo de Segatta, señalero también él, hijo de un holandés, y recientemente viudo y padre de nueve niños. Entonces Rosa, como no tenía ningun otro familiar a quien recurrir, apenas sabía el idioma, se refugió en la casa de al lado en lo de Antonio, estaba flaca, descarnada, daba lástima.. Él le dijo: yo no puedo tenerte acá, pero si vos querés casémonos, vos me cuidás a mí y a mis hijos, y yo te cuido a vos. Claro, ella no necesitaba otra cosa.

Así fue que Rosa se casó -en secreto- con Antonio Blok: Mi mamá siempre contaba que su padre lo denunció al ferrocarril, porque no se podía vivir en una casa del ferrocarril sin estar casados. Pero cuando lo llamaron del ferrocarril para que explique la situación, él sacó la partida de casamiento, sí, se habían casado.

Antonio tenia 8 hijos de su primer matrimonio, varios de los cuales eran todavía chiquitos, así que ella les cocinaba, les lavaba la ropa, y los cuidaba. En ese tiempo fue que la familia se mudó a la casa ferroviaria junto a la garita de Grünbein.

A los cuatro o cinco años, nació Carmen, después de un parto complicado: cuando yo nací, le hicieron cesárea, y mi mamá contaba que el doctor le dijo que se salvaba la madre o se salvaba el hijo, y mi papá dijo: no! que se salve mi mujer, el hijo ya está, si se va a perder, se va a perder. Y le hicieron cesárea y nos salvamos las dos. Después que yo nací ella estuvo como un mes y medio internada en el Policlínico, porque le agarró una flebitis en una pierna.

Cuando nació Carmen, Giuseppe y María Menestrina, que vivían en Lobos, pidieron ser sus padrinos. Por ese motivo, durante muchos años iban una vez por año a visitarlos.

Cuenta Carmen que su madre hablaba a la perfección el castellano, no tenía acento para nada, e incluso había gente que pensaba que ella era española. Leía novelas y revistas, tejía al crochet, y cantaba muy bien.
Se reconcilió con su padre, lo visitaba una vez por semana mientras el siguio viviendo solo, y  cuando él ya no pudo caminar mas solo, lo llevó a vivir con ella y su marido. Rosa nunca perdio la esperanza de volver a ver a su hermana: a su cuñado Belli lo buscó por todos lados, y su hermana Anna siguio escribiéndole hasta su muerte.

Rosa falleció el 18 de julio de 1976.
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El día de la entrevista, mientras mirábamos con Carmen algunos papeles de Rosa y Francesco, encontramos una tarjetita que tiene de un lado la imagen de un muchacho con uniforme, recortada en forma de corazón; y en el reverso dice: Ricordandoti sempre, ricevi un cordiale saluto dal tuo lontano amico, Guido Nardelli.

Entonces pienso: la partida precipitada en lugar de su hermana, una colonia ferroviaria en el Saladero (hay que concocer ese lugar para apreciar lo que debe haber padecido Rosa), un cuñado que desaparece y por lo tanto, se esfuma la esperanza de que venga su hermana a la Argentina; un padre violento; un matrimonio con un hombre que la protege, sí, y que la quiere, pero cuyos 8 hijos ella se hace cargo de criar; una cesárea en el año 1936; que le digan -con cariño, tal vez- "la gringa"... Habrá pensado Rosa alguna vez, mirando esta tarjeta: ¿qué hubiera pasado si...?

domingo, 18 de noviembre de 2012

Trentinos en Ing. White (Saladero): Francesco Segatta






Francesco Segatta, nacido en Sopramonte el 27de septiembre de 1873, se encuentra en Bahía Blanca al menos desde 1909, y en algún momento - antes de 1927 - prepara esta fotografía para su hija Rosa:

En el reverso escribe:

Carissima figlia Rosa: ricevi i piú graziosi baci da tuo pappa che ti desidera passar le buone feste Natallizie e un fellice h'anno nuovo assieme alla tua mama. Mi dico sempre il tuo aff.mo padre Francesco Segata

Querida hija Rosa: que recibas los mejores besos de tu papa que te desea que pases las fiestas navideñas y un feliz año nuevo junto a tu mamá. Con cariño, tu padre.

Es que Segatta, señalero en la empresa Ferrocarril Sud, ha dejado en Sopramonte a su mujer, María Ravagni y a sus dos hijas, Anna (21-5-1899), y Rosa (5-7-1902).


Mientras él está en la Argentina, trabajando al menos en algunos periodos en la estación "Empalme Grünbein" su mujer y sus hijas pasan la guerra solas, su hija mayor se casa, nace un niño, Alfonso Belli, en febrero de 1920 y su esposa muere, después de 1920.

En algun momento, antes de 1927, viene su yerno, Enrico Belli, y se instala con él, en su casa -una colonia ferroviaria - en la garita Este, en el barrio Saladero, Ing. White.

Según cuenta Carmen Blok, (nieta de Francesco), envían a Italia el dinero para que Anna - la hija de Francesco - venga a la Argentina con el niñito a encontrarse con su esposo Enrico. Sin embargo, la que viaja es Rosa: mi tía le dice a mi mamá: "Andá vos, primero; si me voy yo, a vos no te van a mandar a buscar nunca. A mí, en cambio, no me van a dejar sola acá con el nene".

(Pero para poder viajar era necesario tener una llamada, un atto di richiamo; no era solamente cuestion de tener dinero, sino también del documento gracias al cual autorizaban al interesado a emigrar.) 

Helos aquí a los tres en una foto tomada poco tiempo despues de la llegada de Rosa  a Bahía Blanca en diciembre de 1927:


Enrico Belli, Francesco Segatta y Rosa Segatta en Bahía Blanca


Sin embargo, las fotos no pueden contar lo que, según Carmen, su madre Rosa sufrió: que el cuñado poco tiempo después, desapareció y con él la esperanza de que su hermana venga también a Bahía Blanca; que Francesco tomaba, y le pegaba, y que un día ella lloró tanto que él la echó de la casa.

Estuvieron mucho tiempo sin hablarse, pero luego, los ánimos se calmaron. Aunque Francesco siguió viviendo solo en su casa ferroviaria en Saladero, junto a la garita Este, Rosa y su hija Carmen iban una vez por semana iban a limpiarle la casa.

Cuando no pudo caminar más, su hija y su yerno le hicieron una habitacion en su casa en Grünbein, y vivió con ellos hasta su muerte, en 1956.


Francesco Segatta y su compañero de trabajo y luego esposo de su hija Rosa, Antonio Blok
en la garita Este, Saladero, Ing. White.


Varias preguntas surgen:
¿Con quién, o llamado por quién vino Francesco a Bahía Blanca?
¿Tenía otros familiares o conocidos trentinos en la ciudad o en la zona?
¿Habrá conocido a Campestrín, que también era ferroviario en Ing. White? (A Carmen le "suena" el apelllido)
¿Habrá tenido algún contacto con Giocondo Menestrina y su esposa María Segatta?
¿Habrá tenido algun contacto con Francesco Nardelli, cuya madre era de apellido Ravagni, al igual que la mujer de Francesco?
No hemos podido encontrar hasta ahora la relación de parentesco directo entre estas personas a y Francesco Segatta (o sea, no son ni hermanos ni primos), pero vinieron todos del mismo pueblo, y llegaron a esta ciudad más o menos por los mismos años.

sábado, 17 de noviembre de 2012

Vecinos: Segatta y Blok en las colonias del Ferrocarril Sud (Trentinos en Ing. White)

Francisco Segatta y Antonio Blok ocupan cada uno una casilla del Ferrocarril Sud en la garita Este (Saladero). Según el libro de registro del Ferrocarril Sud constan, entre los ocupantes de las casillas o colonias ferroviarias, los nombres de Francisco y de Antonio hasta 1935, uno en la casilla 751 y otro en la casilla 750.





Francisco ha dejado a su mujer y a su hija mayor en Italia; vive con Rosa, su hija menor, llegada en 1927. A veces toma de más, se pone violento.
Antonio hijo de un holandés, ha quedado viudo poco tiempo antes, y vive ahí con sus nueve niños.

Rosa, ahí en el Saladero, lee para distraerse, y cuando no puede más llora con desesperación.
Un día el padre le pega, ella escapa, aterrada y se refugia en la casa del vecino.
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viernes, 16 de noviembre de 2012

Enrico Belli, de quien nunca nadie más volvió a tener noticias



Un trentino desparece, allá por el año 1930.

Enrico Belli, había dejado a su mujer, Anna Segatta y a su pequeño hijo Alfonso en Sopramonte y vino a Bahía Blanca, antes de 1927, a casa de su suegro, Francesco Segatta en Grünbein. Pero un día se fue, ya no volvió, y sus familiares nunca más volvieron a saber nada de él.
Esto recuerda Carmen Blok, la nieta de Francesco Segatta:
El primero que vino fue mi abuelo,  y con los años trajo al esposo de mi tía, Enrique Belli, que había ido a la guerra. Cuando volvió de la guerra, mi abuelo lo hizo venir con la intención de que después trajera a la mujer y a su hijo.
Entonces después le mandaron el pasaje para que se venga la tia, Anna Segatta; entonces, mi tía le dice a mi mamá: "Andá vos, primero;  si me voy yo, a vos no te van a mandar a buscar nunca. A mí, en cambio, no me van a dejar sola acá con el nene".
Pero con el tiempo el marido de mi tia despareció, y no se supo nunca más nada de el, Enrique Belli.
¡Mi mamá lo buscó...! era tanto lo que deseaba que viniera su hermana...lo buscó de todas las formas, por todos lados, pero nunca lo encontró;

una vez a mi mama le habían dicho que el estaba por Córdoba, anduvo averiguando, nunca pudo saber... ella decía que a lo mejor, borracho por ahí se había muerto sin documento y… lo enterraron como un desaparecido.

Esto es lo que sabemos con certeza de este hombre:

Enrico Ottavio Belli
nacido en Sopramonte, 19-2-1898.
hijo de Alfonso Belli y Petronilla Litterini.
Casado con Anna Segatta el 4-6-1919.

sábado, 3 de noviembre de 2012

Arboles genealógicos

2 padres, 4 abuelos, 8 bisabuelos, 16 tatarabuelos, 32 choznos, 64 más en nuestra sexta generación de antepasados...

Generalmente hacen referencia al "árbol genealógico" quienes van en busca de sus "raíces".
Pero al representar el árbol,en realidad no van hacia abajo sino hacia arriba, dibujando un tronco, en el centro, y tratando de alcanzar la rama más alta (o sea el antepasado lo más remoto posible en el tiempo), se encaraman a una rama enhiesta (el apellido paterno, generalmente), sin mirar siquiera hacia a los costados. Si lo hicieran, verían que más que un tronco, se encuentran en medio de un intricado entramado de ramas que se abren, se entrelazan, se cortan, se cruzan y crecen enroscadas unos sobre otras... Porque llegamos a 64 en la sexta generación de antepasados, sin tener en cuenta a la totalidad de los hijos de cada pareja, sin tener en cuenta las segundas nupcias (que han sido MUY frecuentes y con gran cantidad de hijos), sin tener en cuenta los frecuentes matrimonios entre parientes, sin nombrar hemanos, hermanastros, cuñados y cuñadas, primos, primos segundos...

Si tomaramos todo eso en cuenta, nos encontraríamos  más bien, con una tupida formación arborea propia de la selva tropical, entonces.

El concepto de "arbol" es un tanto problemático porque en general parte de una concepción machista de la vida y de la historia: literalmente,  porque rastrea apellido paterno; y simbólicamente, porque se representa con un tallo erguido, y lo más alto posible, sin ningún tipo de proliferación lateral. Se basa en la ilusión de un "linaje", como si saber el nombre del padre de uno de nuestros 16 tatarabuelos nos aportara algún dato más con respecto a nuestra familia; y se basa en la ilusión de un "tronco" único, nutrido por úna única raiz, por el que corre "savia" ... pero cada persona es hija no solo de su padre sino también de su madre, y es tan descendientes de la familia de su madre como la de su padre (aunque ni en Italia ni aca en la Argentina se utilice el doble apellido); el tronco no es único, sino que con cada matrimonio se mezcla se combina se abre en muchas ramas; y lo mismo podríamos decir con respecto a la "savia", en la que se cruzan la sangre y la historia genética de cada uno de los 64 tatarabuelos  de cada uno de los miembros de una pareja que concibe un hijo, o sea de 128 (y esto, para no ir mas lejos).

Ahora bien, ¿por qué vamos a agregar en este blog una etiqueta "árboles genealógicos"?

- Porque vamos a usar el término, por pura comodidad no más, porque así -de una- todo el mundo sabe que va encontrar un esquema que representa padres, hijos, hermanos, esposas.

- El objetivo es encontrar y probar los lazos de parentesco entre los inmigrantes trentinos que llegaron a Bahía Blanca, para tratar de verificar las hipótesis de que nadie vino solo, pero que, una vez radicados en la ciudad, a pesar del parentesco, esas relaciones fueron bastante débiles. Por eso, tomando como punto de referencia al inmigrante trentino en cuestión, no nos remontaremos mucho más allá de dos generaciones en el rastreo de padres, hermanos, hermanastros, tíos, primos, primos segundos.

- Otro objetivo central de estos gráficos de familias es la historia de las mujeres, de las mujeres inmigrantes, a las que muchas veces las "historias de familia" se las devoran, haciendo que se olviden sus apellidos propios -en el caso de las mujeres casadas-, que se olviden sus existencias mismas - en el caso de las mujeres solteras, viudas, abandonadas por sus maridos-, que se pierda el hilo de sus historias en el caso de las mujeres casadas en segundas nupcias.

- Todos estos gráficos de familias están armados en base a datos tomados de los documentos,  (partidas de nacimiento o defunción, actas de matrimonio, etc) disponibles en nuestro archivo, y de la página Nati in Trentino, base de datos de la PAT.

- Más allá de los objetivos específicos de esta investigación, un árbol genealógico completo, lleno de nombres y fechas puede volverse algo estéril, si de la historia, de la vida y de la experiencia de esas personas no sabemos nada. Y lo mismo puede decirse de un árbol genealógico en sentido descendente: primos segundos, primos terceros que nunca han oído hablar unos de otros, o de sus abuelos o bisabuelos, que no han compartido absolutamente nada porque sus padres o abuelos tomaron cada uno caminos diferentes en la vida, pueden llegar a sentirse perfectamente desconocidos. Y es lógico que sea así. Saber que uno es  "pariente" de otra persona solamente porque así lo demuestra un árbol genealógico no agrega nada. Sólo la experiencia vivida y la historia compartida es lo que puede llegar a crear vínculos y darles, deseándolo, algún sentido.