viernes, 22 de enero de 2021

La colonia de Tornquist

 La zona sudoeste de la provincia de Buenos Aires constituyó hasta 1880 una zona fronteriza de avanzada contra la presencia indígena. Hasta ese momento los pocos centros poblados urgieron como sede de destacamentos o fortines, aislados por la falta de comunicaciones. En la década de 1870, se forman algunas estancias dedicadas a la cria de ganado lanar sobre los arroyos Napostá, Sauce Grande y Suacie Chico. Toda la actividad es ganadera, y la agricultura se desarrolla solo en chacras y quintas suburbanas. Después de la campaña de roca y la llegada del ferrocarril se abren al comercio internacional los puertos de Bahia Blanca. De todos modos,  para los inmigrantes europeos que comenzaban a llegar a esta zona las condiciones eran muy dificiles ya que la tierra no era accesible y se los solicitaba casi exclusivamente  como mano de obra para las aun escasas cosechas, como braceros.


 A diferencia de las colonias en Brasil, esta surge cuando ya el estado argentino está constituido, y toma iniciativa en ese sentido.

Esa iniciativa llega hasta las leyes de fomento agrícola y de inmigración, en la década de 1870, y es la base sobre la que se constituyen las colonias agrícolas de Chaco y Santa Fe.

En cambio, en esta zona del sud de la provinica de Buenos Aires, una colonia como la de Tornquist (pero hay otras en Arroyo Corto, Sauce Grande, Pigué) surgen como fruto de la iniciativa del capital privado.

Ese capital privado está interesado en la radicación de poblacion para alejar la posibilidad de perderla a manos de la población indígena y para que las tierras se valoricen.

La cuestión de la propiedad de la tierra en cambio es más compleja, como consecuencia del encarecimiento de la tierra y del fracaso de la experiencia colonizadora en la provincia de Buenos Aires, ya que la ley de 1876 de colonización agrícola fue derogada por la ley de ventas de 1878, favoreciendo así el interés rentístico de los latifundistas ganaderos para poder solucionar los déficits del erario. (MARTINELLI y ACOSTA (2016). En efecto las necesidades de erario llevaron a enajenar la tierra pública y por eso la política colonizadora queda en manos privadas. Las primeras colonias en esta zona fueron fundadas por grandes empreas de caracter capitalista dedicadas en principio a la ganadería que propiciaban el desarrollo agrícola en función de la valorización de las tierras y en última instancia, la mejora de los forrajes. 

En 1876 el gobierno había cedido 275.000hectáreas a Angel Plaza Montero, a cambio de varias condiciones que debía cumplir. En 1881, esa concesion pasa a manos de Eduardo Casey quien escritura esos terrenos a su nombre, luego en 1884 a nombre de su compañia LA CURAMALAN y para financiar la formación de las colonias hipoteca todos las tierras con la Baring Brothers. En ese contexto se fundan las tres primeras colonias: Sauce Corto, Arroyo Corto y Pigue. Como consecuencia de las repercusiones de la crisis de 1890, y los innumerables problemas que surgen como consecuencia de que las tierras estuvieran hipotecadas, se hace cargo de todo esto una compañía inglesa, The Curamalan Land Company, en 1902, que al poco tiempo la vende ala Sociedad Anonima Estancias y Colonias Curamalan, de Ernesto Tornquist.

A todo esto, la colonia TORNQUIST, fue fundada en 1885 en campos de propiedad de Ernesto Tornquist. Comprendía una extension de alrededro de 19.000 hectáreas, divididas en 162 chacras. Cada una de ella tenía entre 70 y 240 hectáreas. Sus colonos fueron 12 fdamilias de agricultores ruso-alemanes procedentes de Olavarria quienes trabajaban en calidad de arrendatarios. En 1886 llegaron suizos a poblar la colonia y se constituyeron en el grupo mayoritario. en 1887 vivían alli 97 suizos, 36 rusos, 30 alemanes, 24 austríacos, 18 italianos, 5 franceses, es decir un total de 210 individuos, sin contar los menores.

Las condiciones de venta de las chacras eran las siguientes: la hectárea estaba valuada en 15 pesos oro pagaderos en seis años con un interés anual del 7%. Los títulos de propiedad se otorgaban después de pagar el precio total más los intereses. El acceso a la propiedad tambien era aquí relativamente fácil. Eso queda demostrado teniendo en cuenta que en 1887 había ya 82 chacras vendidas de las 162 que totalizaba la colonia"  "La revolucion agraria en el sudoeste de laprovinica de buenos tuvo su maxima expresion en las colonias surgidas anteriores a la sancion de la ley de Centro Agricolas. En ella se dio la posibilidad de que los colonos inmigrantes accedieran relativamente temprano a la propiedad de la tierra, debido a las condiciones medianamente liberales que les impusieron las compañias colonizadoras y a que se vieron favorecidos por años de buenas cosechas y gran demanda de productos en el mercado externo. en el resto de la zona se intento aplicar la ley de centros agrícolas, pero con un total fracaso. Casi hasta fines de sigo el sistema era de la gran propiedad dedicada a actividades pastoriles. Cuando por la presión del mercado externo se la dedique a la agricultura extensiva, el sistema será de arrendatarios," (REY, 1972)

De las familias procedentes del Sudtirol encontramos que solamente Mochen no es propietario y desupués de algunos años se instala en Bahia Blanca (donde viven además algunos de sus hijos varones). Pietro Bazzanella, en cambio, figura como "chacarero", "arrendatario" primero en Tornquist, en 1895 en algun otro punto de la zona rural del partido de Bahia Blanca, junto a Juan Dalceggio (peón de campo), luego, en Cabildo y finalmente, después de 20 años, propietario en Chasicó. Pero salvo estos dos casos, Montibeller, Pompermayer, Zen, Toller, Corn y Ragusini, figuran como propietarios en el censo de 1895.  Constituyen un grupo compacto de cuatro o cinco familias, emparentadas estrechamente ya que a diferencia de las otras dos familias, sus hijos se casan entre ellos o con jóvenes sudtiroleses que llegan algunos años después, como es el caso de los jóvenes Iseppi, y Dalceggio. Estas familias se convierten, a la vez en eslabón, nexo para la llegada, en los años siguente, de otros familiares y compaesanos.


Bibliografía

GILBERT, Jorgen, "Ernesto Tornquist, entre los negocios y las políticas económicas", en Revista de Instituciones, Ideas y Mercados Nº 58, mayo de 2013, páginas 47-78. 

MARTINELLI, Maria Laura y ACOSTA, Milena, La cuestión de la tierra pública ein la frontera sur bonaerense en las décadas de 1860 y 1870: tensiones, negociaciones y agencias de
indios, criollos e inmigrantes. El caso de Bahía Blanca”, Revista TEFROS, Vol. 14, Nº 2, 2016, páginas 87-156.

REY, María Ebelia, "Notas acerca de la colonización en el sudoeste de la provincia de Buenos Aires, 1880-1900", en Segundo congreso de historia de los pueblos de la provincia de Buenos Aires, Tandil 9 al 12 de noviembre de 1972, Archivo histórico de la Provincia de Buenos Aires "Ricardo Levene", La Plata, 1974, páginas 293-302.

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